Capítulo 5

Llegamos al insti y encontramos al director. Le explicamos todo y el dijo que era imposible que Fernando no valla a Francia. Fui al aeropuerto a despedirme de Fer; los dos estábamos muy tristes nos despedimos y me fui alejando, de repente, apareció el director y me dijo con una sonrisa en  la cara:
-Corre, ¡detén a Fernando! he mirado algunos papeles y puede estar aquí, no hace falta que Fernando valla a Francia.
Me fui corriendo hasta Fer eufórica gritando:
-¡Fernando, no te vallas!
Le encontré apunto de subir al avión, le arrastre fuera y le dije todo lo que había pasado.
Los dos agarrados saltamos y reímos de felicidad. 
Fuimos a ver al director. Nos dijo que si Fer no iba de intercambio, la que vino de intercambio aquí, se tendría que ir. Es decir que ¡¡¡¡Gisselle se va!!!! 
Fuimos a contárselo, no se lo tomó muy bien pero tenia que ir obligada. Se fue y no la volvi a ver, menos mal... no queri que me quitara a Fernando.

Un mes después...

Fernando y yo estamos de novios, eso sí, en secreto, mi madre no se puede enterar de que somos novios.
Pero, en seguida, mi madre se enteró, no sé como, tengo que averiguarlo...
Lo hablé con mi madre, pero no me fue muy bien, lo empeoré... así que me fui a mi habitación enfadada.
Me puse a pensar en quien podría ser...
Haber... Fernando no, mis amigas estoy segurísima que no... así que solo me queda... ¡Gisselle!
Claro, debe de ser ella, que antes de irse y no poder ver más a Fer, tuvo que amargarme la vida, ¿cómo no me pude dar cuenta?
Se lo tengo que contar urgentemente a Fernando. Me dirigí a la puerta y en ese omento viene mi madre.
-Estibaliz, tengo que hablar contigo. - Oh! no... seguro que va a hablar de lo de Fer... - Lo he estado pensando  y creo que te estamos dando poca libertad. Pero lo de ese chico... eso no.

Me parecía injusto y egoísta y las lágrimas me inundaron los ojos, pero las aguante.
-Pero, en cambio, si solo sois amigos... lo aceptaré. Solo quería que te quedara claro ¿Entendido?
-Vale.

Bueno, no se lo ha tomado mal... creía que iba a ser peor.
Aún así se lo contaré para que sepa lo que ha pasado. 
Salgo de casa y me dirijo a la biblioteca, supongo que estará ahí, porque, claro, mañana hay exámen.
Ahí estaba Fernando, le conté todo, estaba un poco desconcertado y le dije:
-Bueno, me tengo que ir al cole para unas actividades extra-escolares, voy un poco retrasada en mates.
Me despedí con un beso y salí corriendo.